En el mundo de la impresión, uno de los factores más decisivos para obtener unos resultados de alta calidad son la resolución de las imágenes. Para que las imágenes impresas tengan la calidad, nitidez y definición necesarias debemos conocer las resoluciones optimas y adecuadas que deben tener en el documento a imprimir.
¿Qué es la resolución?
La resolución rápidamente explicada es el número de pixeles que componen la imagen digital, una medida que generalmente se mide en píxeles por pulgada (PPI), por tanto, cuantos más píxeles tenga la imagen más detallada y clara quedará una vez impresa en el soporte adecuado.
¿Cuales son las resoluciones más adecuadas para imprimir imágenes?
Las resoluciones adecuadas pueden variar ligeramente y a continuación os explicamos el porqué:
Para tamaños pequeños y medios, hablamos de un rango de 10×15 a 21×29,7 cm aproximadamente la resolución optima que deberían tener nuestras imágenes sería de 300 PPI, mientras que subiendo a un tamaño 29,7×42 cm con 250 PPI podríamos estar en un rango reproducible, aunque personalmente también recomendaría los 300 PPI, cuando subimos a tamaños más grandes a partir de 42×59 cm en adelante las resoluciones pueden variar de 150 a 200 PPI dependiendo de la distancia de visualización.
Estas últimas resoluciones son óptimas para cartelería ya que la distancia de visualización del impreso sería mayor, por tanto, no sería necesaria una resolución de 300 PPI puesto que también haría un archivo muy pesado.
¿Cuales son los formatos más adecuados para imprimir imágenes ?
Por último solo queda saber cuáles son los formatos más adecuados a utilizar para los gráficos, los más usados sin que pierda calidad son TIFF o PNG antes que JPEG que comprime las imágenes reduciendo al final la calidad de la impresión.
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