En un mundo saturado de información visual, los carteles publicitarios siguen siendo una herramienta poderosa para captar la atención del consumidor. Pero, ¿qué diferencia a un cartel que se ignora de uno que genera conversiones reales? La respuesta no siempre está en lo obvio.
La importancia del diseño estratégico
Más allá del color y el mensaje, un cartel efectivo se apoya en una planificación meticulosa. La elección del tamaño adecuado, la ubicación estratégica y pequeños ajustes de diseño pueden marcar una diferencia sustancial.
Tamaños que sí convierten
Elegir el tamaño correcto de tu cartel no solo depende del presupuesto, sino también de su propósito y ubicación. Aquí algunos formatos comunes y sus usos ideales:
-
Valla publicitaria (6×3 metros): perfecta para autopistas y avenidas principales. Alta visibilidad a larga distancia.
-
Mupi (1,2×1,8 metros): ideal para zonas urbanas y paradas de transporte público.
-
Cartel en punto de venta (50×70 cm): excelente para promociones dentro de tiendas.
Dato interesante: Un estudio de Outsmart UK reveló que los anuncios en exteriores aumentan el reconocimiento de marca en un 86% cuando se combinan con campañas digitales.
Ubicación: el poder de estar en el lugar correcto
Un diseño llamativo no sirve de nada si nadie lo ve. Aquí algunos consejos sobre ubicación:
Claves para ubicar tu cartel
-
Zonas de alto tráfico peatonal o vehicular.
-
Cerca de tu negocio o producto promocionado.
-
Espacios donde el público objetivo pasa más tiempo (como universidades, centros comerciales o eventos).
Evita estos errores comunes
-
Instalar el cartel en zonas de baja visibilidad.
-
Colocarlo demasiado alto o demasiado bajo.
-
No considerar la dirección del tráfico.
Trucos de diseño que sí importan (y que muchos ignoran)
Los mejores carteles publicitarios comparten características en común:
-
Contraste alto: texto claro sobre fondo oscuro o viceversa.
-
Tipografía legible desde lejos: evita fuentes manuscritas o muy estilizadas.
-
Llamado a la acción (CTA): directo, visible y accionable. Ejemplo: “Escanéame para un 20% de descuento”.
-
Espacio en blanco: evita la saturación visual.
Tip profesional: Usa el principio de jerarquía visual: lo más importante debe destacar primero, seguido por detalles secundarios.
Cómo medir la efectividad de tu cartel
Si no se puede medir, no se puede mejorar. Incluye elementos que te permitan rastrear resultados:
-
Códigos QR únicos para cada ubicación.
-
Teléfonos o URLs específicas.
-
Encuestas post-visita (“¿Dónde escuchaste sobre nosotros?”).
Conclusión: convertir con inteligencia visual
Los carteles publicitarios que sí convierten son resultado de una estrategia bien pensada. Desde el tamaño y ubicación hasta los detalles de diseño, cada elemento debe trabajar en conjunto para cumplir un objetivo: atraer y motivar al cliente a actuar.
¿Listo para diseñar un cartel que sí convierte? Ponte en contacto con nuestros expertos y empieza hoy mismo tu campaña publicitaria efectiva.
Otros artículos de interés:
Las medidas y tipos de papel más utilizadas en publicidad y marketing comercial